09/06/15
Fuente: tenerifeparanormal.blogspot.com
La vida después de la muerte es algo que a la humanidad siempre nos ha deslumbrado a pesar de su oscuro disfraz de señora con guadaña. Desde tiempos remotos los seres humanos hemos tenido una gran disyuntiva, «¿Qué hay después de la muerte?». Hasta la actualidad muchos han sido las personas que han tratado de determinar que hay después que nos vamos, qué es lo que podemos ver, qué sentimos así hasta un largo etcétera.
Otros muchos, aseguran que han podido tener ECM (Experiencias Cercanas a la Muerte) y que literalmente han podido ver como trasladaban su cuerpo en una ambulancia. Todas estas personas han sido tacadas de locas, que pudieron sufrir de delirios por la medicación y cualquier otra cosa que se les pueda ocurrir.
Ahora por fin, el panorama que se tiene a la «vida después dela muerte» ha cambiado por completo gracias a una científica muy reconocida que ha sido capaz de decir que «la muerte no existe». Estamos hablando de la científica Elizabeth Kübler-Ross que asegura que después de sus largos estudios y análisis, puede afirmar con mucha certeza que la vida después de la muerte es REAL.
La Drª Elizabeth Kübler-Ross revela el secreto de la muerte
La gran científica suiza Elizabeth Kübler-Ross, se convirtió en pleno sigo XX en la primero Drª en hacer que los pacientes moribundos pudieran pasar los momentos antes de su muerte de una forma más placentera y serena posible. En su libro (“On death and dying”) publicado en 1969, revela las diferentes «fases» por las que un paciente pasa antes de llegarle su hora definitiva. Estas son: «La negación, ira, negociación y aceptación». Esta científica nacida en Zurich en 1926, trasformó la idea que muchos de sus colegas tenía con respecto al tema de la muerte: «La vida después de la muerte si existe» lo que le llevo a que muchos de sus compañeros no la tomaran muy en serio.
Dr Elizabeth Kübler-Ross
La formación de la Drª que se graduó en la Universidad de Psiquiatría en Estados Unidos y que recibió 23 doctorados honoríficos por sus estudios realizados iba a verse comprometida por las recientes afirmaciones que ella misma afirmaba. Estas afirmaciones decían que muchos de sus pacientes antes de morir o que tenían experiencias cercanas a la muerte, parecían tener experiencias paranormales, lo cual le llevó a querer investigar todo acerca de la vida después de la muerte.
Decide que es hora de analizar infinidad de casos al rededor de todo el mundo sin escatimar con la edad de los pacientes, ya que muchos de ellos se comprendían entre las edad de 2 años a 97 años.
El primer caso de la Kübler
El primer paciente de Kübler fue una mujer apellidada Schwartz, la cual estuvo clínicamente muerta en un hospital. La doctora cuenta su relato de lo que su primer paciente les relata.
«Nuestra paciente nos contaba que cuando le sucedió este accidente, a los pocos minutos de haber pasado, ella comenzó a sentir como su cuerpo se desplazaba lenta y tranquilamente hasta un cierta distancia la cual podía ver perfectamente su cuerpo tumbado en la cama del hospital. Nos comentaba con un toque de humor, afirmaba la doctora, que vio su cuerpo y le pareció pálido y bastante feo allí tumbado. No solo nos dijo, continuaba la Drª, el orden exacto de los médicos que entraron primero y los que entraron después, si no que también nos comentó que pudo escuchar sus pensamientos pero que no pudo comunicarse a través de ellos. Después de tanto esfuerzo, decidió rendirse, fue cuando se desmayó y por fin pudo abrir los ojos. La Sra Schwartz fue declarada muerta durante 45 minutos. Después de su experiencia, relata la doctora, nuestra paciente pudo estar un año más con sus seres queridos».
#Caso 2= El incendio
El caso que apodamos nosotros como número «2», fue según Kübler uno de los más traumaticos que ha podido investigar. Este fue el del hombre que perdió a su suegra, su mujer y sus ocho hijos en un accidente de tráfico cuando la furgoneta en la que viajaban chocase con un camión lleno de carburante, lo que hizo que todos sus ocupantes murieran carbonizados. «Cuando el pobre hombre se enteró de esta noticia tan trágica permaneció varias semanas en un «shock» tal, que no fue a trabajar después de lo ocurrido, relata la Drª, intentó refugiarse en las drogas y el alcohol. Al final de su trayecto de terrible adicción terminó tirado en una cuneta, en el más sentido literal de la palabra, podía afirmar Kübler. Años después cerca de una carretera aparta que daba a un bosque, fue atropellado por un vehículo que no pudo llegar a verlo, este paciente nos asegura que segundos minutos después del atropello, pudo ver su cuerpo sucio y mal herido en la cuna de esa carretera sucia y de mala muerte. Pudo observar como los responsables de la ambulancia levaban su cuerpo al hospital. En ese preciso momento, prosigue la doctora, nos cuenta que pudo ver aparecer justo al lado del él, a toda su familia, con un halo de luz que nos describió como felicidad, tranquilidad, y sosiego. Después de poder comunicarse con su familia, este decide que ya es hora de aferrarse a la vida, porque esa la única manera de poder contar al resto del mundo, lo que él con sus propios ojos había podido ver».
«La muerte no existe»
Elithabez después de haber estudiado todos estos casos, concluyó que la muerte no existía, ya que ninguno de sus pacientes antes de morir, mostró ningún sentimiento de miedo, ni las personas adultas ni los niños de 2 años. Por tanto asegura que la muerte es como la mariposa que sale de su crisálida para poder evolucionar. «Tuvimos un caso en particular, el de una niña pequeña, que también estuvo muerta clínicamanete muerta. Pero ella no relató ver ni sentir el halo de luminosidad que muchos de los otros pacientes relataron anteriormente. Ella aseguró que pudo ver a su hermano más pequeño, pero después de poder verlo y comunicarse con el mentalmente, se percató de que ella no tenía más hermanos. Esto fue lo que la pequeña le dijo a su padre. Este con las lágrimas en sus ojos, le dijo que antes de que ella naciera, tuvo un hermanito que falleció. Lo más curioso de todo, asegura la doctora, fue que la niña no tenía idea de ese hermano fallecido.
La luz al final del túnel
Elithabez asegura que cuando las personas están ya a punto de fallecer, cuando se encuentra en el punto más álgido del final de su vida, todos dependiendo de cada cultura y cada creencia, pueden ver un camino, un puente, o un pórtico. Cuando alcanzamos esta luz, todos los pacientes asegura la doctora, dicen sentir el amor más grande que han sentido jamás, y que cuando se van acercando a esta luz intensa pero tranquilizadora, es muchísimo más intensa. Es en ese momento cuando comienzan a ver todo lo que han vivido a lo largo de sus vidas. Se dan cuenta de lo que pudieron llegar a ser.
Después de poder ver esta luz, todas las personas se dan por fin cuenta, que están viendo a su Dios, amor, luz como lo quieran llamar. Se percatan de todos los momentos que han vividos en toda su vida, de todas las experiencias vivida y es cuando comprenden que la vida que tenían es la auténtica vida y que deben vivirla tal y como ellos desean vivirla.
Luego de saber todo esto, se dan cuenta que ellos mismos eran sus propios demonios, que ellos eran los únicos responsables de sus propios actos y decisiones. Cuando su hijo se murió, cuando su esposa se quemó, cuando su madre falleció, en ese momento, es cuando se da cuanta de que esos momentos traumáticos son solo pasos para uno seguir creciendo.
En 2004 la Drª Elithabez lucho con la valentía con la que sus pacientes lucharon con su hora de fin, y el 24 de Agosto fallece de apoplejías que paralizaron todo su lado derecho del cuerpo. Después de luchar y enfrentarse a la vida después de la muerte, la doctora deja tras de sí un legado que confirma que el ser humano puede evolucionar después de abandonar la vida terrenal.